viernes, 11 de abril de 2008

El estado actual de la Educación Especial


Sin cambios concretos en la manera de educar a los chicos especiales, los establecimientos fallan muchas veces a los requerimientos individuales de cada niño y lo que sigue estando en polémica: la integración escolar.


Si bien las encuestas demuestran que el 75% de los establecimientos no están preparados para recibir a chicos con necesidades especiales. Ante esta situación, diferentes personas buscan la integración ante todo, pero otras siguen optando por la educación especial. Instituciones donde mandan a sus hijos y en donde comparten con otros chicos de distintas discapacidades o situaciones específicas la educación de todos los días.

Los datos demuestran la cruda realidad. Aunque no se realizó ningún censo con esta temática desde hace ya cuatro años, según la Encuesta Nacional de Personas con Discapacidad, del Indec, que contiene datos de 2002 y 2003, sólo el 15% de los alumnos está integrado en escuelas comunes, en nivel inicial y primario. Además la Dirección de Educación Especial del gobierno porteño estima que hay 8022 personas con discapacidad que asisten hoy a escuelas especiales de gestión pública y privada y cerca de 1520 alumnos están integrados en escuelas comunes.

Se prevé que hay un gran trabajo por hacer, para lograr que sean incluidos en colegios comunes que realmente lo puedan hacer, mas allá de que tengan necesidades de educación especial, destacó Graciela Ricci quien es Licenciada, de la Asociación para el Desarrollo de la Educación Especial y la Integración (Adeei). "Y no sólo es cuestión de recursos", dijo la especialista. "En estos momentos tenemos en Adeei 40 chicos que no consiguen vacantes en las escuelas, porque muchas de ellas sólo aceptan uno o dos alumnos por turno, y casi nunca más de uno en la misma aula", advirtió, al señalar dificultades comunes en los colegios privados.

A veces la decisión familiar esta ligado a estas cuestiones cuando se decide no pasar por estos momentos, y optar por el sistema mas antiguo como es la educación especial, ante la integrada. Muchos especialistas consideran que esta también en algunos casos es la salida más cercana y fácil que consigue una familia.

En nuestro país, esta modalidad esta organizada por niveles, desde la educación inicial hasta la formación laboral. Las escuelas atienden a una población que presenta determinadas capacidades diferentes, en general esto ocurre en Capital Federal. Como no es así en el interior del país, en donde existen localidades con una sola escuela especial que recibe alumnos con distintas discapacidades.

La convicción de los especialistas es que era imprescindible el cambio en la ley de Educación Nacional, sin embargo la transformación del año pasado en la nueva sanción de esta ley se habla básicamente de los derechos y de las obligaciones de los establecimientos, y no de las necesidades específicas de los educados

Se observa también una contradicción en relación a la sociedad en mejorar la calidad educacional. Muchos documentos nacionales manifiestan que es necesaria la reforma. Dentro de los vecinos consultados, se destacan los que consideran “muy buena” esta educación y los que la consideran “buena”. Esta diferencia es es el mayor obstáculo para que la transformación se concrete.
Y la polémica surge en base a que quizás estos niños- adultos reciban solo esta educación el resto de sus vidas, teniendo una gran responsabilidad en ambos sentidos.

Los establecimientos tienen en general planes de estudios diferentes, estableciendo niveles, pero no grados específicos como en una escuela convencional. La discapacidad de los distintos alumnos también es un tema muy polémico, ya que no es lo mismo la discapacidad auditiva, visual, física o intelectual. Por eso se dice que el alumno necesita de un fuerte apoyo docente, a través de su maestra integradora, de apoyo psicoterapéutico o especial, donde pueda educarse en la biodiversidad. Los especialistas coinciden en el alto nivel que tiene que tener los maestros, “ todavía hay muchas dificultades por superar, como docentes que no se sienten respaldados y otros que no quieren tener problemas en el aula", explicó la licenciada Ricci.
Los jóvenes que concurren a estas instituciones necesitan también por el mismo sistema, participar de actividades no formales (cursos, arte) que puedan fomentar el espíritu crítico, de tal forma que de adultos sean capaces de valorar hechos cotidianos, reaccionar ante los estímulos diarios. Y la importancia por sobretodos las cosas de relacionarse con gente de distintos ámbitos, lo cual los hará incluirse desde otro lado, así no solo se relacionan con sus pares en el colegio y sus familiares. Buscar que tengan una vida mucho mas activa con la sociedad.

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